Promovemos la participación democrática de sectores que integran la sociedad, ya que partimos del reconocimiento de las relaciones de opresión por razones de clase, de etnia y de género existentes en Guatemala, que han dado origen a permanentes situaciones de violencia y extrema violencia. En consecuencia, promovemos la plena participación de pueblos indígenas y de mujeres en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas, reconociendo en esta población a la más afectada por la falta de acceso a recursos y oportunidades, así como a la toma de decisiones; situación establecida desde un Estado que privilegia y sirve a unos pocos sobre la mayoría del país y que perpetúa una organización política y una normativa tendiente a mantener estas brechas de desigualdad que generan pobreza y opresión.
Desde una concepción psicosocial, realizamos acciones tendientes al fortalecimiento del tejido social, a la construcción de la memoria histórica desde la perspectiva de las víctimas, al empoderamiento de quienes buscan la justicia, a promover el protagonismo de las mujeres, a la mitigación de los daños causados por las violencias sociales y políticas y las catástrofes. Nos proponemos fortalecer nuestro trabajo sobre la memoria histórica para contribuir al legado al que los y las jóvenes tienen derecho y que es la base para la construcción de relaciones justas y de la construcción de la paz. Queremos así aportar con nuestro trabajo a la construcción de una sociedad justa, equitativa y democrática.